Justicia Divina para Rosbil Guillén

Los Juegos Parapanamericanos Lima 2019 nos han envuelto en muchas emociones al ver a distintos atletas con discapacidad, el entregar todo por dar una medalla al país que representan. En el caso del Perú, en cada competencia vemos lo imposible, porque con tan poco, nuestros para atletas, están logrando mucho, siendo un ejemplo de superación de vida y también unos ganadores del deporte.

La vida da revanchas en el momento que menos lo imaginas. A diario nos encontramos con dificultades y a veces creemos que no damos más, cuando en realidad tenemos todo para hacerlo. Quienes se encargan de darnos una lección todos los días, son los para atletas peruanos, quienes siguen luchando para cobrarse una revancha deportiva, cuando no logran por primera vez el objetivo o cuando la medalla se les escapa de las manos, siendo sin duda el mayor ejemplo; Rosbil Guillén.

Nuestro para atleta, logró imponerse en la final los 5000 metros el último sábado, sin embargo, por un error reglamentario de su guía, fue descalificado y no pudo alzase con la medalla de oro. La decepción en Rosbil Guillén, al igual que todos los peruanos que nos alegramos y emocionamos por su triunfo, fue muy grande. Rosbil tiene una medalla por ser un ganador de la vida y también merecía una medalla por su admirable desempeño deportivo.

La revancha deportiva y con ello, la oportunidad de la medalla  se le presentaron ayer en el Estadio Atlético de la Videna y tal como ocurrió el último sábado, pudo llegar a la meta  y ganar, por fin, en  la final masculina de los 1500 metros, categoría T11 (discapacidad visual).

La revancha fue completa, porque el huancaíno había quedado segundo en la prueba final, ya que el ecuatoriano Darwin Castro se había alzado con la presea de oro en un inicio, pero fue descalificado y de esta manera Rosbil Guillén se cobraba su revancha deportiva y de la misma manera como había perdido su medalla el sábado, por una descalificación. 

La alegría en Rosbil era inimaginable y también de todos los peruanos que siguieron confiando en él. Una vez más demostró que discapacidad no es incapacidad y que los para atletas dan, literalmente,  hasta lo que no tienen, con tal de seguir saliendo adelante por ellos, por quienes los rodean y por el amor que tienen a su Perú.

Rosbil Guillén, nuestro Rosbil Guillén, se convierte en un ejemplo de superación por lo logrado ayer en la Videna. Así como él, hay muchas personas con discapacidad que todos los días tienen que luchar para salir adelante y lamentablemente, muchos de ellos viven en el olvido por una sociedad y por unas autoridades que los miran con desprecio por no ser “como los demás”, porque al fin y al cabo, todos somos seres humanos, todos sentimos y pensamos, ellos tiene más madurez que cualquier otra persona, porque a pesar de una limitación que les dio la vida, no se rinden y no se rendirán nunca jamás en la vida.

El deporte y la vida se encargaron de otorgarle a Rosbil lo que nunca debió perder, su medalla. Esto es sin duda una justicia divina por la manera como perdió la medalla de oro que ganó el sábado y como la ganó ayer.

Empecemos a darle la importancia que se merecen estas personas y que el mayor legado de estos Juegos Parapanamericanos sea darle a cada persona con discapacidad el reconocimiento y valoración que siempre debieron  tener, porque uno nunca sabe si su situación le puede pasar a uno mismo o alguien del entorno familiar.

¡Felicidades Rosbil, vales un Perú! 


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