Mujeres y Política

                                                                                                                       

LEENA BERNUY                                                                                                                 alejandro salas 

Especialista en Cooperación Internacional para el Desarrollo en los ambitos de educación, ciencia y cultura. Recursos Humanos en las Organizaciones, Responsabilidad Social y Justicia de Genero. Activista por los derechos de la mujer.             

Desde finales del siglo XX las mujeres hemos ido ganando terreno en la participación política en el mundo y a medida que ello va ocurriendo, la violencia se convierte en el instrumento favorito para quienes no toleran ver como las relaciones tradicionales de poder se rompen (intolerancia que no es exclusiva de los hombres sino también sorprendentemente de algunas mujeres). En el Perú hemos visto múltiples ejemplos estas semanas de como para algunos peruanas y peruanas aún los estereotipos de género son muy arraigados y naturalizados incluso con una connotación de valor.


Las mujeres que ingresamos al espacio público sabemos que estaremos expuestas al escrutinio y nosotras y nuestras familias debemos estar preparadas para ello, la violencia política en contra de la mujer sin embargo es un mecanismo de acoso inaceptable que se da “por el sólo hecho de ser mujer” en ello radica su principal diferencia.
No todo acto de violencia contra una mujer asociado al ejercicio de la dinámica política electoral constituye necesariamente una manifestación de acoso, hay 3 aspectos que deben existir: Afectar desproporcionalmente a las mujeres, dirigirse a una mujer por su condición de ser mujer, en tanto los roles asignados históricamente a nosotras, así como a nuestra sexualización y ser una violencia que tenga por objetivo desalentar la participación de la mujer en política.
Si usted observa que en medios o redes se le exige a una mujer deba “probar” haber alcanzado logros, que a los hombres no se le exigen puesto que no son requisitos para ser candidato. Si usted observa que se duda de esos logros insinuando que ha hecho uso de “cualidades femeninas” para alcanzar los mismos. Si usted es testigo que se cuestiona su rol como esposa o madre de familia. Si se observa su apariencia física, la forma como se expresa, su forma de vestir, su cuidado personal, su vida sexual, usted esta ante violencia política en contra de la mujer.
El 8 d marzo del 2021 se aprobó luego de 9 años de intentos la ley contra el acoso político y el 7 de abril esta norma ya se encuentra publicada en “El Peruano” con el # 31155.
Fuimos a elecciones el 6 de abril en paridad y alternancia de género, otro logro alcanzado en julio del año pasado, sin embargo, dada la existencia de voto preferencial el Congreso contraía sólo con 40% de mujeres, si bien es cierto es la cifra más alta alcanzada en la historia del Perú, nosotras sabemos que no es lo que esperábamos, el voto preferencial aún beneficia a los hombres en nuestro país.
Nos gusta ser optimistas, no podemos negar que estamos avanzando, sabemos que esto es un proceso que implica muchos cambios estructurales. En lo que estamos muy claras es en no dar un paso atrás, no existen logros sin lucha por lo que nos toca estar vigilantes y seguir participando desde donde nos toque, la mujer, también es un animal político, será en el S XXI que lo vamos a demostrar también en el Perú ocupando espacios y siendo ejemplo positivo para las siguientes generaciones.